PIRAEUS ARTEMIS (SONIA MARTÍNEZ, M)




1.DATACIÓN

    Piraeus Artemis se refiere a dos estatuas de bronce encontradas en 1959 en Atenas. Se cree que ambas pertenecen al periodo Helenístico por su pelo y postura. 
    La primera puede pertenecer al arte clásico pero la segunda pertenece al helenismo, a la primera mitad del siglo III a.C.

    El helenismo o periodo alejandrino, fue una etapa histórica de la Antigüedad, considerado como un período de transición entre el declive de la época clásica griega y el alza del poder romano.

    El escultor tomó una forma tradicional y la reformuló, dando como resultado una figura con un diseño reconocible pero original.
    Su postura es claramente praxiteliana y este giro en el cuerpo y la inclinación da la cabeza mirando la mano crean la sensación dramática y dinámica característica del helenismo.
    Esta escultura pertenece a la escuela de Praxíteles: con la obra de Praxíteles la escultura griega evoluciona desde el clasicismo hacia un anticipado manierismo, al acentuar el sensualismo y el retorcimiento.  Sus obras están caracterizadas por la llamada kharis o «gracia» ática y la  «curva praxiteliana». 
    

2. PERTINENCIA DE LA IMAGEN

   Ambas están talladas en bronce y representa la figura entera de Artemis, la segunda es más pequeña, menos uniforme y más dinámica. 

     Se inscribe en el arte helenístico puesto que  tras la muerte de Alejandro Magno y la división del imperio, el arte va a reflejar esta decadencia, expresando este dramatismo en su retorcimientos y reflejando también  movimiento y realismo.

    El arte helenístico cambia en cuando al arte clásico en  equilibrio y proporción ya que ahora lo importante es reflejar ese sufrimiento o emociones. Los cuerpos de las esculturas se encuentran en posiciones retorcidas, desmesuradas y desproporcionadas, que reflejan dolor y tragedia.

    Praxíteles refleja este dinamismo y además introduce la curva praxiteliana.

     Artemis, esta diosa virgen que se mantuvo alejada de los hombres y la civilización, fue adorada por los griegos como diosa de la caza. Su aspecto salvaje se refleja en la forma de su cuerpo y su ropa, formada por muchos detalles y expresividad. 
   Muestra una inclinación hacia la derecha y sus brazos alejados del cuerpo también revelan el dinamismo característico de este periodo. 
    Es también un arte muy detallista que se ve en la ropa como su cinturón, en el arma que sostiene o en su peinado. 

3. JUSTIFICACIÓN ESTILÍSTICA

    Esta escultura es representativa de este arte helenístico del siglo IV a.C al II a.C. ya que era común representar dioses griegos como Artemisa, diosa de los animales salvajes, la virginidad, la caza, el nacimiento y las doncellas. 
    En épocas helenística posterior, la figura de Artemisa asumió incluso el papel de Ilitía como ayudante de los partos y acabó siendo identificada con Seleneuna titánide que era la diosa griega de la Luna.
    Este caso se la representaba como cazadora con su arco y flecha. 

    Esta escultura plasma el realismo de la mentalidad de la época que a pesar de su decadencia por la caída del imperio y el reinado de Alejandro Magno da lugar a esculturas de gran desarrollo y perfección, en su aspecto expresivo, dramático y dinámico, que  se encuentran muy bien conservadas hasta el momento. 

    Su importancia artística reside en su estructura corporal formada por sus curvas y detalles de la ropa y pelo. 

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