VIEJA EBRIA (ÁLVARO GARMENDIA, M)
DATACIÓN
La datación y autoría de la obra original, perteneciente a la Escuela de Atenas, del periodo helenístico, no se conoce con exactitud. Se cree que pertenece a la primera mitad del siglo II a.C y fue creada por Mirón de Tebas.
La Vieja Ebria es una estatua de bulto redondo, de la que nos han llegado dos copias romanas en mármol, una se custodia en el Museo de Munich y la otra en el Museo Capitolino de Roma. Tiene una altura de 94 cm y presenta composición piramidal.
La copia de Roma se descubrió en el siglo XVII durante los trabajos de construcción de la Iglesia de Santa Inés. Fue totalmente recompuesta porque estaba fragmentada.
La obra representa en escala real, una anciana sentada en el suelo, abrazando fuertemente con brazos y piernas, un lágino (garrafa) lleno de vino. La vieja tiene la cabeza echada hacia atrás y la boca abierta, como señal de embriaguez.
PERTINENCIA DE LA OBRA
La obra representa claramente rasgos característicos de la época helenística y en particular, de la Escuela de Atenas, donde una de las temáticas eran los ancianos.
Esta vertiente del helenismo cae en el terreno de lo feo, grotesco o degradante. Así pues, la Vieja Ebria es una mujer decrépita, perturbada, llena de arrugas, que acaricia una botella de vino, como una madre a un niño.
Refleja extraordinariamente el realismo logrado en el periodo helenístico, priorizando los sentimientos y las pasiones mediante la expresión, así percibimos el vicio mediante la mirada perdida y el gesto de la boca abierta.
Esta etapa trae consigo también, el culto a Dionisio y Afrodita, divinidades que dominan el lado oscuro de la personalidad humana. Los vicios y el placer, característicos del dios del vino, son representados en esta obra. Algunos autores apoyan la idea de que la mujer representada podría ser una sacerdotisa de Dionisio, aunque la mayoría afirma que se trata de una vieja de alto rango social, representada en un momento de vicio y abandono, por la bebida. El hecho de que la garrafa esté decorada mediante pámpanos demuestra la visión dionisíaca de la obra, ya que es un atributo del dios.
La decadencia se observa claramente en el hombro derecho, donde el vestido aparece roto, dejando al descubierto dicho hombro sin llegar a verse el pecho.
Los huesos, la carne y las venas están representados con un gran realismo, acorde a la temática sobre la ancianidad que ya impulsó Lisipo.
Los ropajes, el peinado y los dos anillos que lleva la mujer en la mano izquierda, nos señalan que se trata de una mujer con cierto status social y riqueza.
JUSTIFICACIÓN ESTÉTICA
La escultura representa una ruptura del equilibrio clásico, priorizando el individuo, los sentimientos, las pasiones y debilidades emocionales.
De esta manera, la embriaguez de la anciana se lleva hasta el extremo grotesco, sin abandonar la proporción y armonía del clasicismo.
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