LA VIRGEN DEL CUELLO LARGO (JAVIER ÁLVAREZ, M)
1.DATACIÓN
Se trata de la Virgen del cuello largo, cuadro realizado por Parmigianino en óleo sobre lienzo, posiblemente pintado entre los años 1534 y 1540. Esta obra actualmente se encuentra en la Galería de los Uffizi, en Florencia. Se trata de una escena típicamente renacentista, pues observamos una escena religiosa típica (Jesús en el regazo de la Virgen), pintada según los órdenes y cánones recuperados de los clásicos, distorsionados a la manera del autor, determinando que la belleza se encuentra en lo imperfecto.
Esta obra posee una peculiaridad, y es que su autor falleció antes de poder terminarla, como se puede observar en la tibiez, sobre todo en las figuras de planos más alejados, como el ambiente, o la figura de san Jerónimo. En esta época, las figuras religiosas se potencias en los países católicos, ya que se quiere ensalzar el pensamiento cristiano y fundamentalista, por lo que muchos papas y cardenales encargan a pintores italianos muchas de estas obras.
2.PERTINENCIA DE LA OBRA
Aun siendo renacentista, este cuadro presenta varias características ligadas al Barroco. A diferencia de los artistas clásicos, como Brunelleschi o Ghiberti, Parmigianino sigue sus propias convicciones y recursos para representar a su forma, a su "maniera" la belleza y el orden. Nos encontramos ante el Manierismo, donde el clasicismo pictórico da paso a una libertad creativa mayor, rasgo moderno que evolucionará hasta el Romanticismo, pero que aquí se encuentra encerrado y coartado por las formas clásicas de representación.
El ejemplo más claro de ello es la Virgen, que no tiene proporciones humanas, como se puede ver en su cuello, alto y esbelto como sus manos, distorsionando la naturaleza para alcanzar los mejores propósitos artísticos. Es más, el pie derecho parece situarse tan sólo a unos centímetros de lo que sería la pared del cuadro, casi saliéndose del mismo, rompiendo con el modelo enmarcado y dividido por planos definidos, característica que derivará en los trampantojos barrocos.
Se puede dilucidar a su vez la forma retorcida y desordenada de los ángeles, amontonados y situados a un lado de la figura principal, cosa que por norma general no solía ocurrir. Entre otras características, vemos a la figura del niño en una posición poco estética y natural, a su vez alargada, a diferencia de la ordenada, sentado en la rodilla de María. También está el trato de la luz, más tenue y artificial, como si tomase dejase en la obra un carácter ácido en los colores.
3.JUSTIFICACIÓN ESTÉTICA
Es una de las primeras obras manieristas, retorcidas y a veces inquietantes, que se atreve a jugar con los planos, complicándolos y convirtiéndolos en un rompecabezas para el espectador. Aun estando incompleto, la técnica parece bastante pulida y pulcra, en la trata de luz (claros y oscuros), que deriva en ese juego de figuras y que sin duda atrae al espectador. Por tanto, esta obra rompe con las convicciones clásicas de la época y alienta una actitud mucho más personal del arte.
Las figuras están muy bien definidas, y sus caras son muy expresivas a la par que naturales, y si no fuera por la maniera de Parmigianino pareciera que es una escena real. Los colores, aunque se centran en los térreos están muy trabajados, y son muy bien empleados sobre todo en las telas y ese dinamismo de los pliegues. Su máxima expresión es, como no, el manto azul de María, que pone de manifiesto la importancia de su figura, por el excesivo coste del mismo. Este cuadro influyó en muchas de los pinceles de la época, como Miguel Ángel, debido a la expresión del arte fuera de las convicciones teóricas, lo que se conoce como expresividad de autoría.
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