LAOCOONTE (GUILLERMO ASENSIO ANTÓN, M)

"Laocoonte y sus hijos", Museo Vaticano, siglo I-II a.C.


1. -Datacion:

  Laocoonte era hijo de Capis y hermano de Anquises, padre del héroe troyano Eneas. Era sacerdote   del templo de Poseidón en Troya. Después de que los griegos abandonasen la ciudad dejando un caballo de madera a sus puertas, Laocoonte advirtió a sus habitantes que no lo metiesen dentro del recinto con las famosas palabras que puso Virgilio en su boca: « Timeo danaos donna ferentes» (Temo a los griegos cuando hacen regalos). El sacerdote, furioso arrojó su lanza contra el caballo.

   Sinón, un supuesto desertor griego que espiaba, les dijo a los troyanos que el caballo debía ser sacrificado en honor de Atenea. Si los troyanos decidían destruirlo, ofenderían a la diosa y harían caer la ciudad. Pero si lo introducían en el recinto amurallado, la diosa les protegería siempre. Por ello decidieron abrir unf hueco en la muralla, dado el tamaño del regalo de los griegos.

   Poco después de su advertencia, Laocoonte y sus hijos fueron estrangulados por dos enormes serpientes marinas que aparecieron en la playa y llevados ante el altar de Poseidón. Fue quizá el castigo por no confiar en los griegos y querer destruir el regalo. Al ver esto, los troyanos decidieron no tentar a la suerte. Las serpientes habían sido enviadas por Atenea para quitarse de en medio a Laocoonte y hacer más hincapié en las palabras de Sinón.

  La datación de la obra es controvertida: en principio se fechaba en el siglo I a.C porque se conservaban firmas pertenecientes a ese siglo de un escultor de Rodas llamado Atenodoro, hijo de Agesandro. Pero en 1954, dos expertos señalaron que los nombres de Atenodoro y Agesandro fueron muy corrientes en Rodas durante varias generaciones, y además apreciaba una gran similitud de la obra con un friso que representa la lucha entre dioses y gigantes del altar de Zeus de Pérgamo. Concretamente, la expresión y las características del rostro de Laocoonte son muy similares al gigante que Atenea agarra por el pelo, así como las serpientes tienen equivalentes en el mencionado altar. Por ello lo dató en el mismo periodo que éste, en el siglo II a.C.

 Sin embargo también se aprecian claras diferencias con la escultura de Pérgamo: un rostro de Laocoonte más vibrante que el de los gigantes de Pérgamo, diferencias en la técnica del modelado de la cabellera y un papel poco importante de las ropas del grupo del Laoconte en comparación con el grupo de Pérgamo.

   Además, se ha demostrado que, a pesar de que la mayor parte de la escultura se hizo con mármol de Rodas, uno de los bloques usados es mármol de Luni, de origen Italiano; este hecho no concuerda con lo descrito por Plinio, que sólo distinguió un bloque de mármol, ni con el hecho de que este mármol no se explotó antes de la época de Augusto. Sin embargo, otros señalan que el grupo está hecho con mármol de Frigia.

   También se ha sugerido que podría ser una copia o una variante libre romana de un original helenístico en bronce de los siglos III-II a.C, o de los siglos II-I a.C, o más concretamente, de un bronce realizado en Pérgamo en la segunda mitad del siglo II a. C.

   La inscripción, según la mayoría de los epigrafistas, debe pertenecer al siglo I d.C, por tanto, los autores habrían vivido en ese siglo.

       
2.-Adecuación de la obra al estilo artístico: 

   Basándonos en las características de la obra, nos encontramos ante una escultura de estilo griego, perteneciente al periodo helenístico (s. IV-I a.C), concretamente a la escuela de Rodas. El título de esta obra es Laocoonte y sus hijos, de los escultores Polidoro, Agesandro y Atenodoro.

  La escuela de Rodas se caracteriza por la pérdida del equilibrio formal y del idealismo clásico a favor del realismo estremo, aunque esto resulte desagradable o deficiente , se prefiere lo feo a la belleza formal, se alcanza la perfección en el movimiento, en composiciones en diagonal, en el equilibrio de los cuerpos o el dramatismo y la tensión de los rotos.


3.-Justificación teórica:

   Se trata de un episodio violento, y eso se capta a primera vista al contemplar el mármol. Una de las serpientes pasa sobre los hombros del padre y de su hijo mayor, revolviéndose hasta morderle la cabeza. Y al mismo tiempo, la otra serpiente ahoga al hijo menor y trata de inmovilizar a Laocoonte enroscándose en sus piernas. Toda la escena es de furia y agonía, lo que se manifiesta en el rostro contraído del protagonista.En realidad, la obra tiene un mensaje para los espectadores de su tiempo. Lo que les transmitía es que los hombres son completamente impotentes ante el poderío de los dioses.

   Principalmente la obra pertenece al concepto del arte como expresión, ya que se intenta expresar una situación tragica y un sentimiento de terror. A su vez es una realidad imaginativa, ya que aunque se aprecia claramente un exceso de realismo en los detalles de la obra, al final todo es fruto de la imaginación humana y del autor.

Comentarios

Entradas populares