FACHADA DE LA CASA MILÀ (SOFIA SANTOS SCHMICK, M)




1.Datación.

   La Casa Milà, llamada popularmente "La Pedrera" es un edificio modernista obra del arquitecto Antoni Gaudí, construido entre los años 1906 y 1910 en el distrito del Ensanche de Barcelona, en el número 92 del paseo de Gracia. Fue edificada por encargo del matrimonio Pedro Milá y Camps y Roser Segimon, 

   El proyecto de Milà era construir un edificio de grandes dimensiones. Destinar el piso principal para su propia residencia y el resto en régimen de alquiler, algo habitual en la época. Asimismo, la planta baja, en su parte exterior, fue destinada a tiendas,

 La construcción sufrió diversos retrasos, ya que el edificio superó en altura y anchura a lo establecido en las ordenanzas municipales, por lo que se impuso al señor Milà varias multas. 

   El edificio se construyó sobre un solar de 34 por 56 metros, con 1835 m2 de superficie. 


2. Adecuación de la imagen

   La Casa Milà es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí, pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en los profundos análisis de la geometría reglada, rasgos característicos del modernismo. A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica.



3. Justificación estilística

   La Casa Milà tiene tres fachadas. Las tres presentan una continuidad formal y estilística que, por su forma sinuosa y ondulada, parece una roca modelada por las olas del mar. Lo realmente importante en el edificio es la forma, Gaudí ha sido capaz de trasladar el mar y la naturaleza viva a un edificio inerte y que resulte satisfactorio verlo en el ensanche de la ciudad. Lo que provoca una experiencia estética en el espectador. El conjunto de entrantes y salientes imprime un dinamismo al conjunto que le otorga la sensación de estar en movimiento, a la vez que crea un juego de luces y sombras en constante cambio según la hora del día o la posición del espectador.
   Predomina también el arte conceptual, ya que el artista a ha introducido una serie de cambios en la fachada que resultan ser originales, tales como mezclar la dinámica del mar y la presencia de un edificio.

   Además de la forma ondulante de los muros de la fachada, la presencia de 33 balcones de hierro forjado, con una original forma similar a algas marinas, convierten el conjunto en una obra casi escultórica de gran tamaño. La mayoría de barandillas tiene una forma más bien abstracta, aunque se encuentran algunos detalles puntuales como una paloma, una máscara de teatro, una estrella de seis puntas, diversas flores como lirios en relieve (símbolo de la pureza de la Virgen) y el escudo catalán.

   La piedra utilizada para su construcción tiene dos procedencias, una más dura que la otra. Ambas dan un acabado en color blanco crema, que genera diversas tonalidades según la luz incidente, y están acabadas con una textura rugosa, que proporciona un aspecto orgánico​.


Comentarios

Entradas populares