EL NIÑO DE LA OCA (MIA ARRASCUE DE SOUZA FERREIRA, N)




1. DATACIÓN.

   El Niño de la oca es una escultura figurativa y de carácter naturalista, tallada en mármol a partir de un original de bronce mediante la técnica de modelado, es de bulto redondo y mide 85 cm. aproximadamente.
   Representa un tema cotidiano o anecdótico, propio de la época helenística, donde un niño de escasa edad juega a coger una oca. datada aproximadamente en el siglo II a.C. (período comprendido entre los años 200 a.C. y 101 a.C. en Asia Menor), pertenece al estilo helenístico de la escultura griega, enmarcado dentro de la Escuela de Atenas.
   Fue esculpida por el escultor helenístico Boeto de Calcedonia, que firmó bases en Lindos y en Delos, y que retrató a Antíoco IV Epífanes de Siria, debe la inmortalidad sobre todo a esta escultura, que ha llegado a nosotros en varias copias. Debía de ser un tema bastante común, que tenía su lugar en los santuarios de Asclepio, pero la obra de Boeto logró un éxito muy particular.
   Existe una copia en el Louvre, otra en la Gliptoteca de Munich y una tercera en el Museo Vaticano, entre otras.

2. PERTINENCIA DE LA IMAGEN.

   Dentro del periodo helenístico, la escuela de Atenas se caracteriza por temas cotidianos o anecdóticos como se ha mencionado antes, dando lugar a una escultura elegante y amable.
   Este Niño de la Oca, reúne muchas de las características de este periodo. Para empezar, busca nuevas composiciones que ayuden a dar mayor movimiento y dinamismo a la representación dando uso un tanto irónico de la estructura piramidal, que era empleada en Pérgamo para plasmar gestas heroicas, además invitan al espectador a rodear la escultura en la búsqueda de múltiples puntos de vista. Por otro lado, la escultura helenística, se aleja de la búsqueda de la belleza a través de la geometría y el número, buscando una mayor naturalidad y realismo, llegando a mostrar un gesto de picardía en la cara del niño, así cómo en la oca, que parece mostrar cierto dolor ante la acción de este. La escultura helenística también se caracteriza por una gran calidad técnica, como observamos en las carnes tiernas y blandas típicas del niño de su edad, que responden a una gran estudio anatómico, que se contrapone con la suavidad del plumaje de la oca.

3. JUSTIFICACIÓN ESTILÍSTICA.

   El último gran periodo de la civilización griega fue el periodo helenístico, fue un periodo de continuación, donde la escultura, partiendo de las premisas clásicas, alcanzó un gran desarrollo y perfección, en su aspecto formal, expresivo y dinámico.
   Los niños debían de ser un tema bastante común, que tenía su lugar en los santuarios de Asclepio, pero se sabe que esta obra fue muy famosa por la cantidad de copias que se hicieron en la época y que gracias a ellas ha llegado a nosotros.
   En el periodo helenístico aparecieron nuevas actitudes estéticas, se impone una reacción naturalista, que incluso puede parecer grotesco y feo a la vista. Por otro lado, acarrea el retorcimiento de las figuras y el incremento del patetismo y de la tensión gramática.

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