COLISEO ROMANO (NALLELY, ALTAMIRANO CHANGOLUISA,M)
El Coliseo o Anfiteatro Flavio es un anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I y ubicado en el centro de la ciudad de Roma. Su denominación original, Anfiteatro Flavio, hace referencia a la dinastía Flavia de emperadores que lo construyó; su nombre posterior, Coliseo, y por el que es más conocido en la actualidad, se debe a una gran estatua que había cerca, el Coloso de Nerón, que no ha llegado hasta nosotros. Por su conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la Antigüedad clásica. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1980 por la Unesco y una de Las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno el 7 de julio de 2007.
El Coliseo es la mayor atracción turística de Roma y miles de turistas pagan cada año por entrar y ver la arena. Alberga igualmente un museo dedicado al dios griego Eros, en el piso superior del edificio. Parte del suelo de la arena ha sido reconstruido. Uno de los usos actuales del Coliseo es la procesión del Vía Crucis , presidida por el papa, los Viernes Santo.
La construcción del Coliseo empezó bajo el emperador Vespasiano, en torno al año 71 d.C., en un espacio que había quedado liberado tras el incendio de un anfiteatro anterior levantado casi cien años atrás. La inauguración –cuyos festejos se prolongaron durante cien días– se produjo en el año 80 y ya bajo el reinado de su hijo Tito. Finalmente, el emperador Domiciano culminó las obras en el 82, añadiendo un último piso. De estructura interior radial, estaba organizado en cinco niveles en los que se agrupaba la muchedumbre, con áreas delimitadas según la clase social: cuanto más cerca de la arena se hallaban mayor era el rango al que pertenecían.
Tras las célebres ejecuciones de cristianos, desde el siglo VI los juegos de gladiadores cayeron en desuso. Después el edificio sufriría cuatro terremotos, y ya entrada la Edad Media se convirtió en la cantera de Roma. Pese a perder casi por completo la parte sur durante siglos de expolio, aún hoy en día domina majestuosamente el paisaje de Roma. En la lejanía del oscuro siglo VIII, el historiador Beda el Venerable ya predijo: «Mientras siga en pie el Coliseo, seguirá en pie Roma. Cuando caiga el Coliseo, caerá Roma. Cuando caiga Roma, caerá el mundo».
La fachada se articula en cuatro órdenes, cuyas alturas no se corresponden con los pisos interiores. Los tres órdenes inferiores los forman 80 arcos sobre pilastras y con semicolumnas adosadas que soportan un entablamento puramente decorativo. El cuarto lo forma una pared ciega, con pilastras adosadas y ventanas en uno de cada dos vanos.
Respecto a los aspectos estéticos, vemos la combinación de arco y dintel y la superposición de órdenes toscano, jónico y corintio. El último piso tiene un estilo indefinido que fue catalogado en el siglo XVI como compuesto. Era corriente superponer estilos diferentes en pisos sucesivos, pero no era habitual hacer edificios con cuatro órdenes superpuestos. Las comunicaciones entre cada piso se realizaban a través de escaleras y galerías concéntricas.
Es necesario sangrar la primera línea.
ResponderEliminarNo has respondido de acuerdo a los tres criterios planteados.
ResponderEliminar