JUDITH Y HOLOFERNES (PAULA GARCÍA, P)
1.Datación.
La obra se encuentra en la Galería Nacional de Arte Antiguo, situada en Roma.
Es un cuadro inspirado en la Biblia y es de Michelangelo Merisi da Caravaggio.
Este autor de Milán nació en 1571 y es uno de los grandes exponentes de la pintura barroca.
Tras dedicarse a la pintura de bodegones y abrir su propio taller, fue artista de cámara del Papa Clemente VIII pero no era suficiente y quiso abrirse paso por su propia mano pintando lo que de verdad quería.
Abandonar la pintura profana supuso un acercamiento a la pintura religiosa, la que más tarde será su única inspiración.
La Galería, entre el Palacio de Barberini y el Palacio Corsini glorifica a la papal familia Barberini.
Fue construida en el siglo XVIII por Fernando Fuga y dispone de un espacio de mil metros cuadrados llenos de muestras temporales.
La obra y sus efectos son recreados más adelante por Artemisia Gentileschi ( Judit decapitando a Holofernes, 1620) y Francisco de Goya ( Judit y Holofernes, de 1820)
El título de esta pintura es "Judit cortando la cabeza a Holofernes", una descripción bíblica representada en óleo sobre lienzo de 145x195 cm.
2. Pertinencia de la obra.
La obra pertenece al Barroco, y concretamente al Tenebrismo, una técnica especializada en el violento contraste de luces y sombras con una forzada iluminación.
En este momento la pintura era la máxima expresión de la religión. Todo es mucho más realista y a diferencia del Renacimiento, no muestra el punto más dramático, algo que en esta obra se rompe por completo ya que podemos sentir que estamos presenciando el asesinato nosotros mismos.
Podemos ver a un hombre que está siendo decapitado por una mujer, ayudada por la que sería su criada, que muestra indiferencia y frialdad ante la situación que está presenciando.
Los ojos de el hombre, Holofernes, no están en blanco sino que reflejan terror absoluto hacia la muerte.
El contraste del tipo de piel entre ambas mujeres es algo que destaca mucho, tenemos la piel arrugada y caída de la anciana y la piel joven e impecable de Judit.
La mirada de Judit es una mezcla de odio y seguridad aunque parezca incluso que se arrepiente de hacerlo. Apenas está haciendo fuerza, es un corte limpio y preciso que acabará con la vida de el que está destruyendo Israel.
La fuerza de los brazos de Holofernes y sus marcados músculos no son nada comparado con la expresión de su cara, las venas de la frente, la locura en su mirada y las arrugas por la fuerza con la que Judit tira de su pelo.
La obra tiene una significación aún más profunda en la que él representa al monarca Nabocodonosor, que trata de someter a Israel mientras Judit refleja los designios de Dios, ambas fuerzas enfrentadas en una guerra de religión.
El color de la sangre va acompañado con el de la tela roja de atrás, ambos destacando mucho en comparación con los colores claros y marrones de la piel y vestimenta.
La fuente principal, en este caso Judit está fuertemente iluminada, que bajando hasta su brazo te lleva directamente al cuchillo en el cuello de Holofernes; rasgo absolutamente característico del Tenebrismo de Caravaggio.
El resto de la escena se esconde en una oscuridad plena, creando miedo, incertidumbre y brutalidad.
3.Valor estético.
El realismo de la obra rompe con esa oposición del Barroco hacia el renacentismo, no es natural y está buscando el momento justo, el mayor dramatismo para conmovernos por completo.
La luz tiene un grado muy intenso contra esa oscuridad del fondo generando un ritmo visual y un atractivo estético muy importante.
Los personajes invadiendo todo el cuadro transmiten movimiento y distribuye los volúmenes de manera asimétrica con esos claroscuros.
Puede ser para muchos, demasiado salvaje y violento incluso desde la sangre exagerada hasta la indiferencia de la anciana pero ese es el verdadero valor estético de la obra, perturbarnos a más no poder.
Su estética basada en la crítica reflejada en la Biblia y su idea de que Dios es luz, dejan ver el momento de desesperación personal de Caravaggio.
Esos negros significan una preocupación, un ansia de salvación. Podemos hablar incluso de un hombre que sufría un tormento religioso.
La obra nos hace formar parte de ella aunque no queramos, podemos sentir la culpa que ambas mujeres no tienen al ver a un hombre decapitado y no poder hacer nada y eso asusta.
La técnica se impondría también entre los manieristas como ejemplo y es Caravaggio el que inicia una está técnica pictórica.
Sangrar la primera línea y justificar el texto.
ResponderEliminar