Piedad de Miguel Ángel Buonarrotti (Sara Calzada, P)
DATACIÓN
Es
una escultura de mármol blanco de 195 cm. de ancho por 174 cm. de alto. De tema
religioso, es de la época del Renacimiento italiano (Quatroccento). Se
encuentra ubicada en la Capilla del Crucifijo, primera Capilla a la derecha de
la Basílica de San Pedro en Roma.
Fue
un encargo del cardenal de la Basílica de Saint-Denis, Jean Bilhères de
Lagraulas, embajador de Francia en la Santa Sede del Vaticano, el 27 de agosto
de 1498. Se trataría de « una Piedad de mármol, hecha con una Virgen María
vestida sosteniendo en sus brazos a su hijo Jesucristo muerto, a escala natural
». El autor tenía 24 años cuando realizó esta obra.
Tal
y como era costumbre y gusto en el Renacimiento Italiano, Miguel Ángel
Buonarroti talló la escultura de la Piedad de un sólo bloque de mármol, que
eligió personalmente en las canteras de los Alpes Apuanos, en Carrara.
Otra
de las curiosidades de la Piedad del Vaticano es que se trata de la única obra
firmada por el artista. Pensaban que un hombre tan joven, no podía haber hecho
una obra tan perfecta y se la atribuyeron a Gobbio, de Milán. Miguel Ángel,
dolido, una noche se encerró con la obra y grabó su nombre.
Miguel
Ángel Buonarrotti (1475-1564). Fue un escultor, pintor y arquitecto italiano.
Se le reconoce como la gran figura del Renacimiento italiano. Su excepcional
personalidad artística dominó el panorama creativo del siglo XV. La principal
cualidad de sus obras es la “terribilitá”, que se refiere a aspectos como el
vigor físico, la intensidad emocional y el entusiasmo creativo.
La
vida de Miguel Ángel transcurrió entre Florencia y Roma, ciudades en las que
dejó sus obras maestras. En 1496 se trasladó a Roma, donde realizó dos
esculturas que lo proyectaron a la fama: el Baco y la Piedad de
San Pedro. Esta última, su obra maestra de los años de juventud, es una
escultura de gran belleza y de un acabado impecable que refleja su maestría
técnica. Al cabo de cinco años regresó a Florencia, donde recibió diversos
encargos, entre ellos el David, el joven desnudo de cuatro metros de
altura que representa la belleza perfecta y sintetiza los valores del humanismo
renacentista.
En
1505, el papa Julio II
lo llamó a Roma para que esculpiera su tumba; Miguel Ángel trabajó en esta obra
hasta 1545 y sólo terminó tres estatuas, el Moisés y dos Esclavos.
Julio
II le pidió también que decorase el techo de la Capilla Sixtina, encargo que
Miguel Ángel se resistió a aceptar, puesto que se consideraba ante todo un
escultor, pero que se convirtió finalmente en su creación más sublime, por su
belleza física y energía dinámica.
1516 regresó a Florencia para ocuparse de la Biblioteca
Laurenciana y la capilla Medicea o Sacristía Nueva, en la que destaca la escalera
de acceso a la biblioteca y las figuras magistrales del Día, la Noche, la
Aurora y el Crepúsculo.
En 1534, Miguel
Ángel se estableció definitivamente en Roma, donde realizó el fresco del Juicio
Final en la capilla Sixtina y supervisó las obras de la basílica de San Pedro,
en la que modificó sustancialmente los planos y diseñó la cúpula, que es obra
suya.
PERTINENCIA DE LA
IMAGEN
El
tema de la Piedad no era nuevo en el arte. Ya había sido tratado en el gótico,
como expresión del dolor inmenso que siente María cuando recibe el cuerpo de su
hijo muerto. El artista aporta al mismo el tratamiento como si fuera un gran
mito. Se trata de uno de los grandes
temas para el escultor florentino, ya que a lo largo de su vida lo retoma en
otras ocasiones. De hecho, su última obra, que quedó inconclusa fue la “Piedad
Rondanini”.
La
composición del grupo escultórico dibuja una estructura piramidal, equilibrada,
expresando tranquilidad, como marcaban las premisas neoplatónicas. El triángulo
viene marcado actuando de vértice la cabeza de María y de base la del grupo
escultórico. En esta época, el triángulo y el círculo son las formas preferidas
para representar la divinidad. Los cuerpos tienen un tratamiento diferente, ya
que el de Jesús aparece con un cuidado estudio anatómico que no plasma el
inmenso sufrimiento que soportó Jesús antes de morir, mientras que el de María
aparece totalmente cubierto por los gruesos ropajes que dejan adivinar unas proporciones
superiores a las que corresponderían a su rostro, valorando esas grandes
anatomías tan del gusto del artista. El tratamiento del manto, cincelado con
grandes cavidades, provoca contrastes de luz y sombra que realzan el valor
plástico de la obra. Precisamente los rostros muestran una belleza idealizada
en el sentido neoplatónico, ya que vemos que María es más joven que su hijo, lo
cual no es sino un recurso para mostrarla “Eternamente Virgen”.
Técnicamente
es perfecta en rostros anatomías, telas, … El acabado con abrasivos consigue
dotar a las superficies de luz que, al resbalar resalta la belleza formal y
material de la obra.
Para
Miguel Ángel lo primordial en su obra es el reconocimiento de la grandeza del
ser humano como humanista convencido que es, y, en ésta nos refleja unos
sentimientos contenidos, con rostros muy hermosos, sin gestos que los
descompongan. María aparece contenida, dejando que su profundo dolor quede
dentro de ella, sin mostrarlo hacia fuera, es un dolor interno, como de
aceptación del mismo. Esa es la idea que el artista quiere trasmitir, de ahí el
tratamiento de mito.
La
composición equilibrada, junto a las actitudes serenas de los personajes
producen el efecto de armonía y sosiego.
JUSTIFICACION TEORICA
El Renacimiento se sitúa
cronológicamente a mediados o finales del siglo XV, en coincidencia con la conquista turca de Constantinopla
(1453); para esa época se produjeron otros dos hitos muy importantes: la invención de la imprenta por Gutenberg
y el desarrollo de la teoría
heliocéntrica de Copérnico. Estos fueron elementos propiciadores de una revolución
científica y social de una magnitud impensable hasta entonces.
La
cultura renacentista supuso el retorno al
racionalismo, al estudio de la naturaleza, la investigación empírica, con
especial influencia de la filosofía clásica grecorromana. La teología pasó a un
segundo plano y el objeto de estudio del filósofo volvió a ser el hombre (humanismo). El latín dejó de ser la lengua
universal para dar paso a las lenguas vernáculas. La estética renacentista
resultaba algo contradictoria: la belleza oscilaba entre una concepción
realista de imitación de la naturaleza y una visión ideal de perfección
sobrenatural.
En 1462 se fundó la Academia
de Florencia,
donde surgió una importante escuela de corte neoplatónico, se formuló una nueva
teoría, la de la «contemplación»: en ésta se produce una escisión del cuerpo
con el alma, ascendiendo ésta hacia el mundo de las ideas que describió Platón.
Aquí el alma puede aprehender de forma inmediata la sensación de la belleza.
Dentro
de este contexto general la obra elegida, pertenece a la escultura del Renacimiento italiano (finales
del siglo XIV
y principios del siglo XVI), cuando la escultura italiana expresó una reacción en
contra de los principios de la estética gótica y la asimilación de la influencia del
arte de la antigüedad clásica, el humanismo y el racionalismo,
y desarrolló un estilo que fusiona elementos naturalistas e idealistas.
Florecieron
los géneros de desnudo artístico y el retrato,
que desde el final del Imperio Romano habían caído en el olvido. Se
reanudaron también temas mitológicos, se estableció una rigurosa disciplina de trabajo
práctico como una herramienta esencial para la creación de una obra de arte
calificado.
La escultura
del Renacimiento italiano fue dominada por la influencia de la escuela de Florencia,
que era entonces una referencia para todo el continente europeo. La fase final
se llevó a cabo por Roma
en una época dedicada a un proyecto de afirmación de la universalidad de la
autoridad del papado
como el heredero de San Pedro como del Imperio Romano.
1527, cuando después de
una serie de invasiones de Italia por españoles, franceses y alemanes, la
ciudad de Roma fue brutalmente saqueada por las tropas del Sacro Imperio Romano. Se instauró un
cambio de equilibrio político en Europa con la Reforma protestante.
Comentarios
Publicar un comentario