LA TENTACIÓN DE SAN ANTONIO (ELÍAS CAYERO, P)
1-Datación:
Dalí fue uno de los máximos representantes de la pintura surrealista. Nació en mayo de 1904 en Figueras, Cataluña y murió en enero de 1989 en el mismo lugar. Dalí no solo se dedicó a la pintura,también extendió su creatividad a la escultura y la literatura.
El cuadro fue pintado en el año 1946 en un estudio que usó durante varios días en un Restaurante en Nueva York,con el fin de presentarlo a un concurso, es un óleo sobre lienzo con un tamaño de 90 x 119,5 cm. La obra pertenece al estilo artístico surrealista y actualmente se puede encontrar en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, concretamente en Bruselas.
En el cuadro se puede apreciar a Antonio Abad rechazando varias tentaciones (que son traídas por elefantes) con una antigua forma de exorcismo, cada animal lleva una de las tentaciones, el primero refleja el triunfo, el segundo el sexo y los últimos representan la avaricia.
El paisaje es un desierto y hacia la mitad del cuadro, a lo lejos, se encuentran un padre y un hijo, que reflejan la poca relación que tuvo el pintor con su padre.
2- Adecuación de la imagen a la Edad Contemporánea:
En el cuadro se pueden apreciar las formas esqueléticas y estiradas propias de Dalí, el cuerpo humano totalmente salido de su forma habitual. En este cuadro Dalí emplea la técnica Dream Résumé, es decir que plasma en lienzo sueños y hechos fantásticos y terroríficos.
En el mundo surrealista domina lo ilógico, lo absurdo y la razón no puede gobernar al subconsciente por lo que se cree en otra realidad y en el pensamiento libre.
En dicha pintura se capta que lo mágico está por encima de lo real.
3- Valor estético de la obra:
Durante toda la historia del arte el artista ha estado sometido a una serie de reglas que debía obedecer, pero esto cambia cuando llega la era de las vanguardias, a principios del siglo XX.
Dalí no estaba sometido a ningún tipo de reglas, es capaz de plasmar su "yo" interior reflejando así sus sueños en un lienzo y su propia figura en el personaje Antonio Abad, rechazando las mayores tentaciones que hay en su mente, que van a lomos de las criaturas de patas interminables, lo que hace que se pueda ver lo sublime.
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