El juicio de Paris, Rubens. (Andrea Hernández, N)


1.
El juicio de Paris.
1638-1639
199x379cm
Museo del Prado, Madrid (España)

      El juicio de Paris es una obra de Peter Paul Rubens nació en Alemania en 1577 y murió en Bélgica en 1640. Fue un pintor Barroco de la escuela de Flandes. Era un hombre culto que dominaba varias lenguas, un humanista y diplomático.  Nació en el seno de una familia de buena situación económica.
Él y su mujer profesaban un ferviente catolicismo aunque se llegó a sospechar que se convirtieron al protestantismo.Trató una amplia variedad de temas pictóricos: religiosos, históricos, de mitología clásica, escenas de caza, paisajes, retratos; así como dibujos, ilustraciones para libros y diseños para tapices.
Fue el pintor favorito del rey Felipe IV de España, su principal cliente, que le encargó decenas de obras para decorar sus palacios.
La obra trata el mito de Paris eligiendo a la diosa más bella entre Atenea, Venus y Hera debido a la desnudez de las mujeres  Carlos III lo consideró impúdico y mando ocultarlo.



2.
A partir del Renacimiento la mitología fue considerada un género cuyo interés radicaba fundamentalmente en el aspecto cultural del mundo antiguo, anterior al cristianismo. Una cultura laica, que no estaba sometida al poder eclesiástico y que enlazaba con el humanismo iniciado en Italia ya en el trecento.
 Era un mundo que sin olvidar lo religioso quería valorar lo humano, lo corporal, lo terrenal, lo civil y lo placentero, la belleza física y no moral; que buscaba la libertad en el pensamiento y en la expresión, la revalorización del hombre por sí mismo y no como obra de Dios. En esta cultura, la forma era importante y la forma había de ser bella, sensible, física.


Para realizar la obra, Rubens empleó un esquema basado en Rafael, manifestando su amor por el arte del Cinquecento. Todas las figuras se disponen como en un friso clásico, igual que en el Rapto de Deidamia u otras imágenes para la Torre de la Parada, esquema muy apreciado por el maestro en estos últimos años de su vida. 
Sin embargo, la composición ha sido cerrada al colocar las figuras de los extremos enfrentadas para conseguir el equilibrio. Al fondo contemplamos un paisaje en el que se encuentran las ovejas de Paris, ya que su padre había sido advertido de que causaría la ruina de su país por lo que consideró prudente alejarle de la corte troyana.
 Las diosas están resaltadas por la luz y la técnica transparente (con colores diluidos en agua.) utilizada por el pintor. Sus bellos cuerpos desnudos nos ponen de manifiesto el canon de belleza femenina durante el Barroco, mientras que en los cuerpos masculinos observamos una clara referencia a Miguel Angel.



3.
Este cuadro típicamente barroco tiene  un gran dinamismo derivado del cruce de miradas, las actitudes y los gestos de los personajes.

La paleta exuberante, armoniza tonos cálidos y fríos en un magnífico estudio de luces y sombras (claroscuro) que resalta el valor de la composición.

 La pincelada es suelta y vibrante.

El velo de Hera, Rubens fue un maestro de las veladuras y las transparencias, lo demuestra el velo cayendo y que deja ver las manchas grises que el pintor suele aplicar en la piel de las mujeres.

La expresividad en la cara de Atenea es una muestra de lo que podía hacer Rubens con su pincelada suelta y nerviosa.

La manzana en la mano de Hermes y la forma de los dedos y la tensión muscular remiten a un verdadero estudio anatómico previo.

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