EL DISCÓBOLO (BEATRIZ SEDANO, P)
1.
DATACIÓN.
Esta
obra de arte, que es un arte espacial o estática según Eugenio Trías, data de la época clásica de Grecia (clasicismo). El autor de esta escultura fue Mirón de
Eléuteras (490-440 A.C.) que realizó esta escultura en el año 450 A.C.
Posee unas
dimensiones de 1,55m de alto. En la escultura original se emplea la técnica de
fundición de la cera perdida que consiste en hacer la escultura en cera y
bañarlo en bronce, pero en la copia que realiza Lancelotti talla en mármol. En
el clasicismo de Grecia las esculturas se hacían mediante la técnica de la cera
perdida y las copias en mármol como la de Lancelotti.
Actualmente, alguna de las copias (incluida la de Lancelotti) de “El
discóbolo”, se encuentran, en el Museo Nacional de las Termas de Roma (Museo
Nacionale Romano delle Terme) porque la original desapareció.
Dalí hizo una representación a la que tituló "El atleta cósmico", cuya imagen fue utilizada en los Juegos Olímpicos de México (1968).
2.
ADAPTACIÓN
A LA GRECIA CLÁSICA.
Se
representa a un lanzador de disco participando en las olimpiadas griegas. Esta
obra es muy realista y Mirón lo realiza con mucha precisión. Se relaciona el
cuerpo humano estético con el deporte. Aunque también está relacionado con la
religión, ya que los Juegos Olímpicos se crearon para honrar a Zeus. El hombre
aparece desnudo que intenta representar el ideal de belleza de aquella época.
Con el tronco
visto de frente y los brazos y piernas de perfil, logra una sensación de
movimiento. Se puede apreciar claramente una línea en zig-zag y formas
geométricas como el triángulo que se forma en el brazo izquierdo y pierna
derecha. Todos los músculos están en tensión menos los de la cara. Destaca la precisión
de la mano sujetando el disco. Mirón busca un modelo real para representar lo
natural, una de las características más destacadas de esta época.
Durante la
era de Pericles, en el periodo clásico griego, apareció un estilo naturalista
de interpretar la realidad. Se unía el cuerpo humano con la bondad y esto es lo
que esta obra refleja. Sin embargo, va en contra de Sócrates, quién decía que
cuando se representa al ser humano, no solo se representa su cuerpo, sino que
su alma también. Mirón no logra deshacerse de los elementos arcaizantes como
la media sonrisa en la cara.
He escogido esta escultura porque me
llamó la atención la manera detallada en la que estaban esculpidos los detalles
más mínimos del cuerpo del hombre como son las costillas, manos, musculatura y
la forma en la que está apoyado.
3.
VALOR
ESTÉTICO.
La cara se
dibuja con gran precisión y su cuerpo se puede relacionar con figuras
matemáticas. Pitágoras interpretó la naturaleza con las matemáticas. En esta
época predomina captar la belleza y lo bello, lo que cautiva al espectador.
Para ellos el cuerpo humano era lo más bello que existía y por ello Mirón lo
captó así. Aunque la cara, libre de tensión, quiere representar la finura y
ligereza.
Mirón fue un
autor muy característico del arte griego. Trabajó fundamentalmente con el
bronce. Hizo algunas representaciones de dioses y héroes, pero su fama se hizo
presente con sus obras de atletas, en los que hizo una revolución con una mayor
valentía en la pose y un ritmo más perfecto.
Búscate una imagen con mejor resolución. Ésta no nos vale. Pixela.
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