Catedral de Burgos ( Alejandra Palma, P )


1. Datación. 

  La primera piedra se coloca en 1221. No se conoce la identidad del primer maestro de la catedral, aunque es de suponer que fuera extranjero y posiblemente francés, ya que trae un modo de construir (el llamado en la actualidad gótico clásico)  que es desconocido en la España de comienzos del siglo XIII. 
  
Hasta hace algún tiempo se especuló con que este maestro fuera Ricardo, vinculado a la actividad que se desarrolla en el monasterio de las Huelgas. Sin embargo, en la actualidad esta posibilidad ha quedado descartada.  
  
En una fecha próxima a 1240 se hace cargo de las obras el segundo maestro, del que sí se conoce su identidad. Se trata del Maestro Enrique, que trabajará también en la catedral de León. 

 No sabemos la causa de su decisión, pero el caso es que el maestro Enrique decidió modificar el planteamiento de la anterior cabecera y transformarla radicalmente, disponiendo un profundo presbiterio de tres tramos, rodeado de una amplia girola, a la que se abren cinco amplias capillas poligonales, precedidas por dos capillas rectangulares a cada lado, tal y como se había realizado en Reims. 
  
 Se sabe que ha finales de la sexta década del siglo XIII (1255-1260) se estuvo trabajando en el hastial occidental y en sus portadas. A partir del siglo XIV se hicieron grandes transformaciones en las capillas de la girola. 

 La catedral de los siglos XIII y XIV recibió un nuevo impulso en el siglo XV, con la aportación de Juan de Colonia y, sobre todo, su hijo Simón ,traen el gótico flamígero germánico a Burgos. En este impulso se embellece la fachada occidental construyéndose las famosas agujas que rematan las torres. 

 La construcción y remodelaciones posteriores se hicieron con piedra  caliza extraída de las canteras de la localidad de Hontoria de la Cantera. 

2. Adecuación de la obra. 

   La Edad Media es una época de la historia caracterizada por el dominio de la Iglesia en todos os aspectos de la vida. Esto se refleja en la la producción artística de la época, financiada y encargada por la Iglesia. A partir de esto surgieron dos corrientes artística, el arte románico y el arte gótico, tanto en pintura y escultura, como en arquitectura. 

 El término de estilo gótico se refiere a la corriente artística desarrollada en Europa durante la baja edad media entre el arte románico y los primeros compases del Renacimiento, por eso he decidido elegir la catedral de Burgos. 

 Esta catedral se encontraría entre la primera y segunda etapa del gótico, es decir, en el gótico temprano y el gótico clásico, ya que se empezó a construir en 1221 pero tuvo reformas y cambios hasta el sigo XIV. 
  
A diferencia del románico, las nuevas tecnologías de construcción permiten realizar grandes aperturas en las paredes llenando estas de ventanas con vidrios pintados más grandes, por eso observamos en la imagen que hay grandes ventanales, pero lo cierto es que aunque en la imagen solo se vea una de kas fachadas y una de las torres, en todas las fachas de la obra hay grandes ventanales con formas distintas, puesto que en esta época lo que querían conseguir era la luminosidad propia de la perfección. 
  
  Aunque la arquitectura seguía sujeta a ciertas reglas básicas de geometría, los edificios se liberan del rigor racional anterior y a sus estructuras se les permite la vida y la espontaneidad. Como afirma Huyghe un edificio gótico puede entenderse como un organismo vivo que crece hacia el sol, y por ello nos encontramos con edificios altos, ya que lo que querían era "acercarse a Dios". 

 En definitiva la Catedral de Burgos es claramente gótica porque tiene las características principales de la arquitectura románica, tanto la altura de sus torres, la fachada con grandes ventanales, y aunque en la imagen no se pueda ver, en el interior se encuentran grandes estructuras complejas, como los techos en los que se colocaron cimborrios que permite mayor luminosidad en el interior, o las capillas donde se encuentran los sepulcros de algunos personajes importantes de la época. 

3. Justificación teórica. 

  Es un edificio de unas proporciones descomunales que nos da perspectivas interesantes: la vista justo tras atravesar el espectacular Arco de Santamaría como la de la fachada desde lo alto de la escalinata que sube a la calle Fernán González.

  El interior de la iglesia provoca una sensación un poco contradictoria, el conjunto de la iglesia es muy difícil de apreciar, ya que la unidad original de la obra está destrozada por todos los aditamentos que se le han ido añadiendo con los siglos, aunque muchos de esos aditamentos son  maravillas que contribuyen a que el resultado final sea el que es: una de las iglesias más bellas de Castilla y de toda España.

  Pese a su reducido tamaño tiene muchos de los elementos de una gran iglesia, incluso el coro labrado en madera.

  Su espectacular y altísima bóveda, una auténtica maravilla arquitectónica, nos remite a mucho más que una mera cripta, como también lo hace el impresionante altar de madera policromada o los escudos nobiliarios que decoran las paredes.
Otro elemento importante es la escalera de Diego de Siloé, solución al desnivel entre la calle y la catedral.
El impresionante claustro, de dos pisos y con un gótico de líneas puras y hermosas, con grandes ventanales que filtran una luz tamizada y cálida.

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