LA VENUS DE MILO (RAQUEL GÓMEZ, M)


1) DATACIÓN:

        La escultura Venus de Milo es una obra griega fechada en el período helenístico, aunque su estilo se corresponde con la estética predominante del período clásico. Fue descubierta en el año 1820 en la isla de Melos o Milo (según el griego moderno), de donde proviene su nombre.

        Algunos expertos atribuyen la obra al artista Alejandro de Antioquía, que es la hipótesis más aceptada. Sin embargo, hay investigadores que ponen en duda si este fue realmente el autor de la Venus de Milo.

        La obra se encuentra actualmente en el Museo del Louvre, en París, el mismo lugar donde fue dada a conocer por primera vez al público. Hoy en día, es una de las esculturas más famosas de la Antigüedad Clásica, junto al Discóbolo de Mirón.

        No se sabe qué pasó con los brazos de Venus de Milo, aunque se han generado diversas teorías, especulaciones y, por qué no decirlo, leyendas. Por ejemplo, una leyenda dice que la pieza estaba completa, pero que durante la confrontación naval entre turcos y franceses por ella, esta habría resultado dañada y los brazos habrían caído al fondo del mar.

        Fue hallada por un campesino en 1820, casualmente, mientras extraía rocas de unas ruinas para hacer una cerca. La estatua se encontraba dividida en varias partes.

2) PERTINENCIA DE LA OBRE:


        Hecha de mármol blanco que subraya su monumentalidad y fue creada para apreciarse por todos sus lados.

        La rodilla doblada, mientras está de pie, refuerza el contorno de sus formas. Se trata una vez más de la famosa disposición de contraposto, en la que el cuerpo distribuye su peso sobre una pierna que funciona como punto de apoyo, lo que permite que el conjunto adquiera una forma sinuosa.

        Con esta posición, hombros y pelvis se inclinan inversamente. El manto drapeado que cubre a Venus, desde su zona púbica hasta los pies, está tallado con gran maestría creando relieves y movimientos.

        La cabeza es visiblemente muy pequeña con relación al cuerpo. Aún así, el artista mantiene el canon de las proporciones de ocho cabezas, preservando la armonía entre las partes.

        La obra está en una posición que muestra movimientos serpenteados con gran naturalidad y "realismo". La Venus emerge desde el suelo contornándose para darle el mayor protagonismo al rostro.

        Ha habido muchas hipótesis sobre como estaban situados sus brazos, si sostenía algo en ellas o simplemente estaba apollada en una columna.


3) JUSTIFICACIÓN ESTÉTICA:


        La Venus de Milo muestra varias carácteristicas del periodo helenístico, dado que usa los canones de medida de aquella época, donde decían que la medida perfecta era la de ocho cabezas.

        Mantiene el soporte en una pierna para darle forma y apoyo a la escultura.

        Representa una de las diosas más veneradas de la Antigüedad Clásica, tanto por griegos como por romanos. Los griegos la llamaban Afrodita y los romanos Venus. Para ambas culturas, se trataba de la diosa de la fertilidad, la belleza y el amor.

        Para Occidente, la Venus de Milo es es un paradigma de belleza ideal. Ella encarna los valores de proporción, equilibrio y simetría que modelan nuestra cultura estética desde la antigüedad.

        Su característica más destacada es el detalle de la ropa, las curvas del cuerpo y el pelo.

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