Shop till you drop (Sara González, P)



1.- Datación.  

   Esta obra se encuentra en Mayfair en Londres (Reino Unido). Su autor es Banksy, seudónimo de un famoso artista del arte urbano británico. Nació en Bristol, en 1975. Aunque los datos acerca de su identidad son inciertos, se sabe que estuvo en el documental llamado "Salida a la tienda de regalos". Banksy nació y creció en Bristol, se vio implicado en el grafiti durante el boom del aerosol en Bristol de finales de la década de 1980. Su trabajo, en su gran mayoría piezas satíricas sobre política, cultura pop, moralidad y etnias, combina escritura con grafiti con el uso de estarcidos con plantilla. Además combina escritura con una técnica de estarcido muy distintiva que mantuvo una campaña en las instalaciones del metro de Londres a finales de la década de los setenta del siglo XX.

   El domingo 20 de noviembre de 2011, la obra fue descubierta en un edificio abandonado después de haber estado tapada la zona el día anterior. Está en la ciudad de Londres, en la calle Bruton Lane, en la parte trasera de un pub llamado Coach and Horses, junto a Berkeley Square. Bruton Lane es la calle más cara y exclusiva de Europa. La obra se encuentra a unos 6 metros de altura del suelo. Esta representa a una mujer con falda y tacones cayendo de un edificio con un carro de la compra. El color utilizado es el negro.

   El título de la obra es “Shop till you drop”, que es una frase consumista en inglés que se hizo popular en los años 90. Se podría traducir como “Compra hasta reventar”.


2.- Pertinencia de la imagen.

   Esta obra es un ejemplo de arte urbano, un tipo de pintura. Por tanto, según la clasificación de las artes de Eugenio Trías en “lógica del límite”, esta obra pertenece al arte espacial o estático. Pero a diferencia de otras obras, en esta no se representa con profundidad el rostro de la protagonista, en este caso la mujer. De hecho, no se ve porque está tapado por su pelo. Las cosas del carro de la compra parecen estar arrastrándola hacia abajo, sin embargo ella no lo suelta.
Esta obra es adecuada para representar el arte urbano, perteneciente al arte contemporáneo, porque se basa en la asunción de la libertad como valor absoluto tanto de la interpretación como la creación artística.

   Además, también utiliza una nueva forma de expresión artística, el autor experimenta sin seguir normas preestablecidas. Y no solo hay una novedad en la forma de expresión artística sino también en el lugar de exposición, que en este caso es un edificio abandonado, ya que el arte urbano, al integrar sus elementos en lugares públicos, pretende sorprender e impactar a los espectadores.
Otra característica del arte urbano es que suele tener un llamativo mensaje que critica a la sociedad con ironía o invita a la lucha social o a la reflexión. Banksy, por tanto, desarrolla un modo de expresión artística en las calles con un trasfondo ideológico, que en este caso es una crítica hacia el consumismo desenfrenado. El autor identifica los problemas actuales de la sociedad y trata de ofrecer una respuesta a través del arte, que se convierte en un instrumento con múltiples posibilidades.

  En la obra se ve manifestada una irónica figura que critica la política e incluso la población. La obra de arte no está hecha para hacer disfrutar al receptor y tampoco para llevarla a un museo. Es simplemente una forma de lenguaje y el autor pretende que llegue al público. Pero el gran objetivo del artista es desviar la atención desde la obra hacia el marco donde se expone. Por eso, la persona detrás de Banksy es anónima. El autor no tiene relevancia, la tiene la obra.
La función del espectador se reduce a posibilitar significados a través de un método de análisis. Este debe interpretar la obra y reflexionar sobre ella.


3.- Justificación teórica.

   La estética contemporánea supone una ruptura con la tradición y un rechazo de la belleza clásica. El autor no tiene un compromiso estético ya que el arte se convierte en un ejercicio de exploración personal. Esto significa que la obra de arte no se vincula a la exigencia estética de la belleza. El arte tradicional era un arte de objeto mientras que el actual de concepto. El arte urbano está relacionado con la sociedad y el espectador se convierte en un mirón de otros. Todo vale si se logra la sorpresa, el escándalo o incluso la obscenidad.

   El arte urbano es estética que permite la conversión de un edificio abandonado en arte y también en un amplio escenario enriquecido con la cultura real de un pueblo que habla. Este tipo de arte logra hacer pensar, sentir e incluso entender lo que para muchos no tiene sentido.
Sin embargo, para muchos es considerado como algo que abusa de ciertos elementos “no arquitectónicos” que alteran la estética, la imagen del paisaje tanto rural como urbano, y que generan, a menudo, una sobre-estimulación visual agresiva, invasiva y simultánea. Pero profundizando en este tema, hay quien sugiere que la contaminación visual se caracteriza por afectar negativamente al ser humano y a su entorno, ya sea porque ocasiona estrés visual o dolor de cabeza a consecuencia de la incapacidad cerebral de absorber imágenes. Por tanto, el arte urbano sí se puede considerar un modo de expresión estética.

  Banksy dirige la obra a un público masivo y a parte de la intención crítica, busca provocar al receptor, una característica típica de la estética contemporánea y del arte urbano. Esta obra en concreto critica el consumismo, es decir, la acumulación, compra o consumo de bienes y servicios considerados no esenciales. En la obra no se da mucha importancia a los rasgos de la mujer, y de hecho, solo hay un color presente, el negro. Sin embargo, a pesar de no tener tantos detalles, se necesita poco tiempo de percepción, es decir, de conocer por primera vez una cosa por medio de las impresiones que comunican los sentidos. En cuanto se ve la obra, uno se da cuenta que hay una intención detrás de ella.

   Banksy hace una total redefinición de la estética. Encabeza un movimiento antipolítico o apolítico pero no anarquista. Simplemente no quiere destruir el sistema pero con su obra le hace ver los puntos donde se equivoca y a la vez le intenta dar una solución tan simple como real. Estas soluciones se encuentran en la implicación de un choque entre ideas que parecían contrapuestas o contrarias haciendo una revolución contra el sistema establecido en tono jocoso pero cruel.
Ya no solo se mira la obra, también implica al espectador. La estética ya no es un modo de contactar con la realidad, sino de bloquearla, y ayudar así a destruir el poder del organismo humano de responder políticamente. Es un arte que ayuda a mejorar el ambiente del lugar y un medio por el que el artista urbano expresa lo que no se dice en palabras.

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