ESTATUA DE LIVIA (PABLO DAVIES ARROYO, M)

   

Datación
   La estatua sedente de Livia Drusila es una escultura datada a principios del siglo I, durante el Imperio romano en el mandato del emperador Augusto. Se desconoce la autoría .
   La pieza fue encontrada en 1860 durante una excavación financiada por el Marqués de Salamanca en Paestum, importante ciudad grecorromana de la región italiana de Campania, situada al sureste de la provincia de Salerno, a 40 km al sur de la capital provincial. Actualmente se encuentra en el MAN (Museo Arqueológico Nacional) y está considerada una de las piezas más importantes del museo.

Adecuación histórica de la pieza
   Esta bella estatua femenina representa a Livia Drusilla, esposa del emperador Augusto. De todas sus efigies, esta es la más hermosa quizá porque su rostro sereno tiene una expresión suave e idealizada. Viste doble túnica y manto, cual matrona romana. 
  Además de por lo fiel al dogma escultórico clásico que es esta escultura, ya que, representa fielmente la figura humana y la belleza idealizada con un gran grado de realismo e intentando plasmar una solemnidad deshumanizada la he escogido también por la importancia que tuvo en su época como personaje destacado como explico a continuación. 
   Su gran personalidad fue reconocida en vida y se la consideró modelo de buenas costumbres y de respeto a la tradición romana. Gozó de gran popularidad entre el pueblo, en cuyos asuntos públicos tuvo gran protagonismo en calidad de esposa y madre de príncipes. Pero su influencia transcendió las cuestiones políticas, evidenciándose en temas religiosos, sobre todo al propiciar la pronta deificación de su esposo Augusto, a quien dedicó un templo y para quién creó un colegio de sacerdotes. Ella misma fue sacerdotisa de su culto, tal como aparece representada en esta escultura.

Estética de la pieza
   La pieza es claramente realista puesto que su esfuerzo primordial es por retratar la belleza idealizada de la mujer del emperador Augusto, tiene una expresión bella, fina y solemne, sus ropajes están esculpidos de manera muy detallada y la representación es la propia de una escultura de sacerdotisa, pese a ser realista debido a la importancia de Livia en la época podría atribuírsele cierto mensaje moralizador

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